Todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos viajado en tren. Y si lo hemos hecho en territorio nacional, habremos subido a bordo de los trenes de Renfe. Durante los trayectos, habremos tenido mejores y peores experiencias, pero parece que hay algo en lo que todos nos ponemos de acuerdo: ¡los auriculares de Renfe son malos a más no poder!
Se escucha ruido, a veces solo se oye por uno de los dos lados… No guardamos muy buenos recuerdos del uso de estos auriculares que nos ofrecen al viajar en tren, ¿verdad? Pero la pregunta que nos hacemos algunos usuarios es la siguiente: ¿son malos los auriculares de Renfe, o lo que no funciona bien es ese soporte de color gris donde se conectan?
¿Los Auriculares de Renfe funcionan mal?
Tras someter a examen las características técnicas de un par de auriculares de Renfe, nuestro equipo de expertos ha llegado a la conclusión de que los cascos de Renfe no son tan malos como la gente cree. Tampoco es que sean unos auriculares Sony último modelo…
Se trata más bien de auriculares baratos, de los que puedes encontrar en bazares y tiendas similares, que son más para cubrir una emergencia (estoy de vacaciones, y me he dejado mis auriculares en casa), que para convertirse en nuestros cascos habituales.
La calidad del audio es similar a la que ofrecen los modelos de gama media o gama económica, que se dejan escuchar, pero sin demasiados alardes. No esperes unos graves de calidad, ni un sonido limpio… Son auriculares para lo que son: para pasar un par de horas en un tren y escuchar, más o menos bien, el audio de la película que han puesto. Y poco más.
Por lo tanto, si ha habido usuarios que han experimentado más problemas con estos auriculares marca Renfe, puede ser por cuestiones relacionadas con el mencionado soporte gris donde se conectan los auriculares (es muy probable que, con tanta gente poniendo y quitando los cascos, los conectores estén algo gastados y dañados), o por haber tenido la mala suerte de haber dado con una unidad defectuosa.
Como conclusión, podemos decir que los cascos de Renfe no son malos (o no excesivamente malos), sino que se trata de modelos de gama baja, pero que cumplen con su función, ofreciéndonos una calidad media para el cometido para el que han sido fabricados.