A día de hoy, podemos encontrar altavoces en multitud de dispositivos. Principalmente, en aquellos en los que se emite algún sonido, tales como: radio, televisión, teléfonos, ordenadores, videoporteros, videocámaras, etcétera.
Puede que en muchos casos estos altavoces pasen desapercibidos, por estar integrados en el dispositivo y a simple vista no podamos verlos. Pero si nos ponemos a pensar podríamos sacar un largo listado de dispositivos que incluyen altavoces. Ahora bien, sabrías decirnos… ¿qué es un altavoz y para qué se usan los altavoces?
¿Para qué se usan los altavoces?: Índice
Definición de altavoces
¿Qué es un altavoz? Por definición, los altavoces son dispositivos que permiten la amplificación del sonido. Según el país en el que nos encontremos también se les conoce como parlantes o bocinas.
Podemos decir que, los altavoces son transductores eléctricos, que convierten la corriente de electricidad en una onda sonora, amplificando el sonido de manera que sea audible a diferentes volúmenes.
¿Cómo funcionan los altavoces?
Alguna vez te has preguntando: ¿Cómo funcionan los altavoces?
Los altavoces funcionan al convertir energía eléctrica en energía mecánica, es decir, en movimiento. La energía mecánica comprime el aire y convierte el movimiento en energía sonora, lo que también se conoce como nivel de presión sonora (SPL).
La corriente eléctrica es enviada a través de la bobina incluida en los altavoces, generando un campo magnético que interactuar con el campo eléctrico de los altavoces. Las cargas diferentes se atraen, mientras que las similares se repelen. Al mandar la señal de audio a través de la bobina y la onda musical se mueve, la bobina es atraída y repelida por el imán que contienen los altavoces.
Esto hace que el cono que está en la bobina se mueve hacia adelante y hacia atrás, creando ondas de presión en el aire que es lo que percibimos como el sonido.
¿Para qué se usan los altavoces?
Después de todo lo indicado anteriormente, seguro que no hace falta que te digamos para qué se usan los altavoces. Aún así, vamos a entrar en detalles por si quedan dudas sobre el uso de los altavoces.
De la propia definición de altavoces, podemos deducir que los altavoces han sido diseñados para amplificar el sonido. Los altavoces transforman la energía eléctrica que reciben como entrada en la energía acústica que entregan en su salida. Esa energía acústica es la responsable de originar los cambios de presión en el aire que nuestro sistema auditivo interpreta como sonido.
Debido a ello, los altavoces se incluyen en todos aquellos dispositivos que tienen alguna función de emitir sonido: radio, televisión, teléfonos, tablets, ordenadores, videoporteros, videocámaras,…
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