Desde que éramos pequeños, hemos sido más o menos conscientes de que usar auriculares es malo para los oídos. O, al menos, eso es lo que nos repetía nuestra madre sin cesar cada vez que nos poníamos a escuchar música con los cascos. Pero ¿qué hay de verdad en todo ello? ¿Realmente existe algún riesgo para nuestra salud auditiva? En este artículo, vamos a tratar de arrojar algo de luz sobre el tema, despejando las dudas más habituales y desterrando falsos mitos (si los hubiera). ¿Nos acompañas?
¿Los Auriculares Son Malos para la Salud?: Índice
¿Los Auriculares Son Dañinos?
Con la omnipresencia en el mercado de todo tipo de dispositivos electrónicos que hacen uso de auriculares (radios portátiles, televisores, tablets, videoconsolas y, muy especialmente, los teléfonos móviles), cada vez somos más los que hacemos uso de los cascos para disfrutar de todo tipo de contenidos de audio. Esto ha provocado la alarma de los entendidos en salud auditiva, por el potencial riesgo que conlleva, especialmente, en la población más joven.
Según el organismo SEORL-CCC (Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello), más del 50% de los jóvenes de nuestro país con edades comprendidas entre los 12 y los 35 años se expone a niveles de ruido dañinos de manera habitual. Una cifra que podría ser bastante superior si tenemos en cuenta que los niños cada vez empiezan antes a hacer uso de esos dispositivos que mencionamos antes.
¿Cómo Usar Auriculares Sin Dañar los Oídos?
Si los expertos dicen que los auriculares son perjudiciales para la salud, tendremos que tomar medidas y actuar en consecuencia, ¿no? Está claro que no vamos a poder prohibir la venta y el uso de los auriculares en la población, eso sería una tontería… Pero sí que podemos inculcar buenos hábitos a nuestros hijos (y a nosotros mismos), para hacer un uso responsable de los auriculares. Veamos cómo:
Ajustar el Volumen: Define un Límite
Lo primero que podemos hacer en investigar si nuestros dispositivos (especialmente, los móviles, que son los que más utilizamos) cuentan con un limitador de volumen. Se trata de una opción que, normalmente, se encuentra en el apartado de «Ajustes». Si el dispositivo cuenta con dicha opción de limitador de sonido, intenta cambiar los valores y estable como tope de volumen los 85 dB.
Seguramente, esa será la cifra que ya venga definida por defecto, ya que la Unión Europea establece que cualquier reproductor de música (incluidos los móviles) que se comercialicen dentro de la UE deben traer de serie la salida de audio limitada a 85 dB de forma automática. El usuario será libre de incrementar esa cifra manualmente, hasta un máximo de 100 dB, pero deberá ser informado de los riesgos que conlleva la exposición a sonidos con un volumen mayor del recomendado.
Recapitulemos: 85, esa es la cifra mágica, el límite de decibelios que no deberíamos traspasar si no queremos sufrir daños en el oído. Pero, ¿a qué corresponde un sonido de 85 dB? Para que podamos tomar consciencia de la intensidad de volumen que supone esa cifra, vamos a ver algunos ejemplos de los decibelios que suponen otros sonidos cotidianos:
- Avión despegando: 140 dB.
- Martillo neumático: 130 dB.
- Concierto de rock: 120 dB.
- Discoteca, petardos y pirotecnia: 110 dB.
- Motocicleta y claxon de coche: 90 dB.
- Tráfico rodado en la ciudad: 80-85 dB.
- Aspiradora: 65 dB.
- Conversación normal: 50-60 dB.
- Olas suaves del mar: 30 dB.
- Trino de los pájaros: 10 dB.
Esta escala resulta bastante ilustrativa, y nos da a entender que 85 dB es un tope más que razonable que no deberíamos sobrepasar, y que incluso es mejor quedarse por debajo. Piénsalo: estar 2 horas escuchando música a 85 dB equivale a estar ese mismo tiempo siendo perturbados por el ruido del tráfico. Y si nos da por subir el volumen hasta los 100 dB, sería como estar 2 horas escuchando un claxo o petardos de forma continua.
Limitar el Tiempo de Uso de los Auriculares
El volumen no es el único factor de riesgo a la hora de usar auriculares. El tiempo de exposición también será decisivo a la hora de tener mayores o menores probabilidades de sufrir una lesión de oído. ¿Y cuánto tiempo se recomienda el uso de auriculares como máximo para no tener problemas?
Los expertos sostienen que, a partir de los 80 dB, por cada 3 dB que subamos el volumen, debemos reducir el tiempo de uso de los auriculares a la mitad. Si somos de los que usamos los cascos a diario para trabajar o para ir de un lado para otro, nos interesa fijarnos en la siguiente tabla:
- A un volumen de 80 dB, 8 horas al día como máximo.
- A 83 dB, no más de 4 horas al día.
- A 86 dB, 2 horas al día como mucho.
- A 89 dB, no es recomendable pasar más de 1 hora al día.
Y esto es solo con niveles de volumen cercanos al límite recomendado… ¿Qué sucede si decidimos subir el volumen a niveles más altos? Pues que lo que antes eran horas, pasarán a ser solo minutos. Echa un vistazo a los ejemplos:
- A 95 dB, se recomienda no sobrepasar de 15 minutos al día.
- A 104 dB, ¡no más de 2 minutos al día!
Los expertos lo tienen claro: si queremos preservar nuestros oídos en buenas condiciones durante toda nuestra vida, debemos cuidarlos. Para ello nos proponen llevar a cabo la «dieta del ruido». Este curioso pero eficaz concepto se basa en limitar el volumen y tiempo de exposición al ruido, alejarnos de fuentes de ruido o de ambientes ruidosos, evitar los ruidos impulsivos (aquellos que, aunque son de corta duración, tienen una gran intensidad, como los petardos), y usar protectores auditivos si nos vemos obligados a estar expuestos a alguna fuente de ruido por un tiempo prolongado.
Una buena opción para usar auriculares sin dañar los oídos es la que nos propone el método «60 – 60». ¿Que en qué consiste este sistema? Muy fácil, en no usar los auriculares más de 60 minutos al día, y hacerlo siempre a un 60% del volumen que permitan los auriculares.
Elegir los Auriculares Adecuados
No todos los tipos de auriculares son iguales. Además de características como la funcionalidad, la calidad de sonido, o el tamaño, las diferentes tipologías de auriculares también presenten distintos grados de riesgo para nuestro oído.
Como podrás imaginar, serán los modelos que se introducen en el interior de nuestra oreja (como los auriculares de botón) los que serán más perjudiciales. La explicación es muy sencilla: y es que, en el interior de la oreja, la intensidad del sonido no se dispersa, sino que queda concentrada en un mismo punto, en el canal auditivo, que, para más inri, está muy cerca del oído interno.
Por esa razón, los auriculares más recomendables para evitar daños en el oído son los auriculares de diadema o cualquier modelo que se coloque sobre (y no dentro de) la oreja, ya que así sí se dispersa la intensidad del sonido. Aunque ello no quiere decir que podamos usar estos auriculares todo el tiempo que queramos y al volumen que nos dé la gana… ¡Debemos seguir cumpliendo con los consejos que hemos comentado para evitar lesiones auditivas!
Riesgos de Usar Auriculares de Forma Irresponsable
¿A qué nos exponemos si no hacemos caso de las recomendaciones de los expertos sobre el uso de los auriculares? Está comprobado que el mal uso de estos dispositivos ha reducido la media de edad a la que aparecen los trastornos auditivos asociados a la edad. Actualmente, las personas de 40 años están experimentando las lesiones de oído que, hasta hace poco, eran propias de personas de 60 años.
¿Cuáles son los principales daños que causan los auriculares si no se usan debidamente? A continuación, puedes ver las patologías más comunes:
- Pérdida de audición.
- Acúfenos o tinnitus (percibir zumbidos o pitidos sin que haya una fuente externa que los provoque).
- Hiperacusia o algiacusia: aumento de sensibilidad a los sonidos ambientales, convirtiéndolos en molestos, dolorosos e insoportables.
- Fatiga auditiva: reducción temporal de la capacidad de audición.
- Cefaleas, vértigos, insomnio, irritabilidad y disminución de la capacidad de atención y de la memoria.
Como vemos, no es cosa de broma… Los auriculares han aportado incontables ventajas a nuestra vida cotidiana, pero hacer un mal uso de ellos puede ser peligroso por nuestra salud. Por ello, te invitamos a hacer un uso responsable de estos dispositivos. ¿Auriculares? ¡Sí, pero con cabeza!