La llegada al mercado de consumo de las conexiones de tipo inalámbrico lo han revolucionado todo. ¡Por fin podemos prescindir de los siempre engorros cables! Aunque, claro está, también hay que reconocer que los cables ofrecen una mayor fiabilidad. Por eso, se trata de un debate abierto entre los defensores y los detractores de este tipo de conexiones. En el segmento que nos ocupa, nos preguntamos ¿es mejor un receptor AV inalámbrico o un receptor AV con cables?
Lo cierto es que hay opiniones para todos los gustos, pero que, muchas veces, se trata de posturas demasiado radicales, incapaces de reconocer las bondades de aquello que se critica. Por eso, nosotros, que somos completamente neutrales en este asunto, vamos a analizar fríamente las ventajas y desventajas de ambos formatos, para que tú, amigo lector, puedas tomar la mejor decisión posible. ¿Me compro un receptor AV inalámbrico o con cables? ¡Pronto lo sabremos!
¿Receptor AV inalámbrico o con cable, cuál es mejor?: Índice
Ventajas y desventajas de los receptores AV inalámbricos
¿Qué tienen de bueno los receptores AV inalámbricos? ¿Y de malo? ¡Eso es lo que vamos a averiguar a continuación. Y es que, ya te lo adelantamos, en este debate no hay una ganador claro, ya que cada tipología de receptores AV cuenta tanto con puntos positivos como negativos, por lo que dependerá de los gustos y preferencias de cada usuario el decantarse por un formato u otro.
Entre las cosas buenas de los receptores AV inalámbricos, podemos destacar las siguientes:
- ¡Adiós a los cables! Es la principal ventaja de estos aparatos… Por fin podremos decirle adiós a toda esa maraña de cables que recorren el salón de la casa.
- Tecnología más moderna. Las conexiones inalámbricas están a la vanguardia del mercado, y cada día que pasa, aparecen nuevos avances. Si buscamos lo último de lo último, un modelo inalámbrico será la mejor opción.
- Instalación más sencilla. Uno de los momentos más peliagudos tras comprar un receptor AV es su instalación, ya que hay que realizar múltiples operaciones. Sin embargo, en un modelo inalámbrico, prescindiremos de una de las tareas más tediosas y complejas, la instalación de los cables de los altavoces.
- Facilidad para redistribuir los altavoces. Al no contar con cables, no habrá problemas si, en el futuro, decidimos cambiar la ubicación de los altavoces. Esto, si hubiera cables, sería más complicado, ya que dependemos de la longitud de estos.
Todo suena muy bien, ¿verdad? Sin embargo, también es necesario que echemos un vistazo a los inconvenientes de los receptores AV inalámbricos, para hacernos una idea más completa sobre la conveniencia de adquirir uno de estos aparatos:
- ¿Interferencias? El gran talón de Aquiles de las conexiones inalámbricas es que son muy susceptibles de sufrir interferencias. Especialmente, si en nuestro entorno utilizamos múltiples aparatos que usen este tipo de conexiones.
- Más caros. Es evidente que, al implementar una nueva tecnología, los costes de fabricación suben, y ello se ve reflejado también en un aumento del precio de los productos.
- Requiere un proceso de vinculación. Para poder emitir el sonido a través de unos altavoces inalámbricos, primero habrá que vincularlos al receptor AV, y esta operación, en determinados entornos, puede resultar algo compleja.
Pros y contras de los receptores AV con cable
Cambiando de bando, nos toca hablar ahora de los modelos «alámbricos», los de toda la vida. Por supuesto, también tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Comencemos repasando las ventajas de los receptores AV con cables:
- Mayor fiabilidad. Este es el principal punto fuerte de esta tipología. Y es que, a través de un cable, nos aseguramos de que la señal llegue siempre a su destino, sin cortes y sin interferencias.
- Mejor precio. Sabemos que el resto de características también pueden hacer variar el precio de estos productos, pero, a paridad de características, siempre será más barato un modelo con cables que uno inalámbrico.
- No requieren una vinculación de los altavoces. Al ir la señal a través del cable, no se necesita vincular o «emparejar» los altavoces con el receptor AV, lo que simplifica las cosas.
- Hay más modelos para elegir. Sin lugar a dudas, los modelos que funcionan con cables siguen siendo los más populares del mercado y, gracias a eso, disponemos de una mayor cantidad de modelos y marcas para elegir.
Por supuesto, no nos olvidamos de los inconvenientes de los receptores AV con cables que, como cualquier otro tipo de producto, también los tienen. Veamos cuáles son los más notables:
- Es un engorro. Sí, reconozcámoslo… A nadie le gusta tener tantos cables que van de un lado a otro del salón…
- Instalación compleja. El hecho de tener que colocar los cables de los altavoces, utilizando la medida exacta de cable, y cerciorándonos de respetar la polaridad de los cables puede ser algo complicado, especialmente, para los usuarios menos habituados a estos lances.
- Ubicación de altavoces más limitada. En los modelos con cables, la distribución de los altavoces es más rígida, en el sentido de que, si queremos cambiar su posición en el futuro, nos veremos limitados por la distancia de cables que tuviésemos originalmente, a menos que compremos cables nuevos.
Receptor AV inalámbrico vs receptor AV con cables: conclusiones
Como ves, ambos tipos de receptores AV cuentan con virtudes y con defectos. Por lo tanto, resulta imposible, desde un punto de vista objetivo, declarar un vencedor claro. Por eso, te invitamos a que analices los pros y contras de las dos tipologías, para que veas cuál de ellas concuerda más con tus gustos y necesidades como usuario. Solo así, darás con la mejor opción para ti.